Fotografía tomada del Periódico 26
La de ayer fue una noche para no olvidar.
Con serias amenazas de lluvia y en medio de las tensiones cotidianas, decidí ir al Teatro Tunas, de esta ciudad, para apreciar las excelentes dotes del comediante Angel García, conocido popularmente como Antolín.
Créanme que fueron horas muy bien empleadas porque hacía mucho tiempo que no me reía tanto; solo lamenté no haber llevado a mis niños, seguidores de ese humorista guajiro, dicharachero y cubano.
Entre canciones, “pasillitos de baile” y chistes, el tiempo pasó, casi sin percatarlo ni echarlo de menos.
De lo que sí me di cuenta fue del gran cariño y respeto que siente mi pueblo por el guajiro de Manacas, Antolín el Pichón, la Pía, en fin, por Angel García, un hombre que entró al humor de nuestro país y ya se torna insustituible.
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