Cualquier fecha es propicia para hablar de José Martí, más cuando mañana se celebra su natalicio, en el 156 aniversario.
Para la humanidad, y especialmente para los cubanos, siempre está vivo. Por eso quiero compartir con ustedes algo que sucedió el 28 de enero del año 1960. Ese día, el Comandante Ernesto Che Guevara dialogó con niños, jóvenes y pueblo en general, en el homenaje a nuestro Apóstol.
Sus palabras, dirigidas a la multitud, cobraban un acento particular, y volvían a subrayar los principios éticos de su filosofía ante la historia y la vida. Desde su proverbial sentido de la justicia, y ante los gritos de ¡Viva el Che Guevara!, respondió: "a ninguno de ustedes se les ocurrió hoy gritar ¡Viva Martí!... y esto no está bien." De esa forma, el Guerrillero Heroico aprovechó su discurso para sembrar valores éticos en las más jóvenes generaciones.
Ernesto Che Guevara tenía una gran visión humanista y se reconocía deudor del Apóstol. Por eso dijo… "Martí fue el mentor directo de nuestra Revolución, el hombre a cuya palabra había que recurrir siempre para dar la Interpretación justa de los fenómenos históricos que estábamos viviendo, y el hombre cuya palabra y cuyo ejemplo había que recordar cada vez que se quisiera decir o hacer algo trascendente en esta patria”.
Muy acertado estaba el Che al valorar de esa forma a José Martí. Más cuando hacía su reconocimiento ante las nuevas generaciones de cubanos. "Me gustaría que todos ustedes pensaran en Martí. Pensaran como en un ser vivo, no como un dios ni como una cosa muerta".
El 28 de enero de 1860, el Che concluyó su discurso a niños y jóvenes con estas palabras: "Esa es mi recomendación final, que se acerquen a Martí sin pena, sin pensar que se acercan a un dios, sino a un hombre más grande que los demás hombres, más sabio y sacrificado que los demás hombres, y pensar que lo reviven un poco cada vez que piensan en él, y lo reviven mucho cada vez que actúan como él quería que actuaran".
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