He estado tranquila por estos días. Un poco triste. Un poco alegre. Motivos
tengo para los dos sentimientos. Pero, el reloj siempre camina a igual
velocidad y las aguas tomarán su nivel.
Comida tuve y tengo. Gente que me quiere, también. Sin embargo, hay
añoranzas, ausencias y recuerdos…
De manera general el 2014 fue un buen año de salud mía y de la familia, en
el trabajo, y con “cierta” solvencia económica. Malo para el corazón. Muy malo.
Ya veremos qué me trae el 2015. Al menos estamos vivos. Estoy en Cuba.
Estoy junto a mis niños, que es lo más importante en mi vida. Y tengo sueños,
aspiraciones y retos, con mucha voluntad para hacerlos reales.
Por eso, sigo viviendo.
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