¿Quién soy?

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Licenciada en Periodismo por la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba, en el año 1994, y Máster en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de La Habana, en el año 2009. Esta es una página personal, dedicada a mi querida ciudad de Las Tunas, en Cuba, y con las puertas abiertas a otros sitios de la provincia, que lleva igual nombre. Espero que sigamos compartiendo imágenes, historias, anécdotas y proyectos de la tierra que nos vio nacer o que nos acogió como hijos propios. Ah, ahí les dejo varias fotografías de los 8 municipios tuneros.

miércoles, 27 de junio de 2012

Anuncian un verano caluroso en Las Tunas


Sombrillas, pañuelos, gorras, sombreros, gafas y camisas de mangas largas son los principales atuendos que se repiten en el vestuario de los tuneros, tanto en las zonas rurales de los ocho municipios como en las principales ciudades y los poblados del territorio.
Y es que, con el inicio de la etapa veraniega, los residentes en la provincia de Las Tunas, a 690 kilómetros al este de La Habana, nos aprestamos a vivir un período estival similar a los de los últimos años, con fuerte incidencia de los rayos solares y, por consiguiente, mucha calor.
Así lo confirmó el ingeniero Alexey Moreno Borges, Jefe del Grupo de Pronósticos del Centro Meteorológico local, quien recordó que los últimos días han sido muy calurosos y que esa situación que se mantendrá en los próximos meses, para los que no se prevén adelantos de los frente-fríos.
Acotó el especialista que aunque creamos que el clima es mucho más caliente ahora que en otras oportunidades, el récord de temperatura máxima en Las Tunas es de 38,1  grados Celsius (°C) y ocurrió los días 24 de abril de 1974 y 19 de abril de 1999.
En la cabecera provincial durante los meses de julio y agosto se reportan promedios entre los 33,1 °C y 33,3 °C; mientras que en Puerto Padre se registra una media entre 32,5 y 32,8 °C.
Moreno Borges indicó que las temperaturas más altas registradas en este mes de junio fueron de 35,3 °C el día 9 en la ciudad de Las Tunas y de 36 °C el día 2 en el territorio portopadrense.

Tres Monumentos Nacionales de Las Tunas para todos


Tres son los Monumentos Nacionales que se han declarado en la provincia de Las Tunas, a 690 kilómetros al este de La Habana, y son orgullo de todos los que residimos en esta región, además de compromiso colectivo para hacer de ellos lugares eternos en los que se conserve la historia y se enseñe a las más jóvenes generaciones.
El Fuerte de La Loma, imponente a pesar de los años
El 4 de noviembre de 1981 la alegría y la satisfacción colmaban a los residentes en el municipio de Puerto Padre, la Villa Azul de los Molinos, porque el Fuerte de la Loma o Castillo de Salcedo fue declarado Monumento Nacional, el primero de la joven provincia, constituida como tal en la reciente división político-administrativa.
Merecida era la condición, y lo es todavía, por los valores de esa antigua edificación militar, construida por los colonialistas españoles en la segunda mitad del siglo 19 para vigilar la bahía y los alrededores de esa elevación, de apenas 34 metros.
No obstante, fue asaltado en 1877 por tropas independentistas bajo el mando del Mayor General Vicente García González.  Y otra vez, el 25 de diciembre de 1958 por integrantes del Ejército Rebelde.
Además de estos elementos es significativa su construcción con piedras calizas, cal y cocoa, en una mezcla tan fuerte que ni los poderosos vientos del huracán Ike, en 2008, pudieron hacerle mella.
San Miguel del Rompe, un sitio de gran significación histórica
Este es, en pleno siglo XXI un lugar recóndito de la geografía tunera.  Imaginen entonces cuán difícil fue llegar hasta esa finca, en la zona de Bartle, el 4 de agosto de 1868.
Hasta San Miguel del Rompe, distante unos 20 kilómetros de la ciudad de Las Tunas, se trasladaron varios independentistas de la región oriental y el Camagüey como Francisco Vicente Aguilera, Francisco Maceo Osorio, Perucho Figueredo, Donato Mármol, Salvador Cisneros Betancourt y Vicente García González.  Fue presidida por Carlos Manuel de Céspedes, el delegado de más edad y a la postre, primer presidente de la República de Cuba en Armas.
A la reunión también se le conoce como la convención de Tirsán, y en ella quedo unificado el movimiento revolucionario del territorio oriental del país.
Hasta la posteridad quedaron las palabras de Céspedes:
“Señores: la hora es solemne y decisiva, el poder de España está caduco y carcomido. Si aún nos parece fuerte y grande, es porque hace más de tres siglos que lo contemplamos de rodillas. ¡Levantémonos!”.
Por eso el 23 de diciembre de 1993 fue declarado Monumento Nacional.
Casa natal de Vicente García, compañera del desarrollo sociopolítico de Las Tunas
Allá por el año 1800 se construyó el local que los tuneros conocemos como Memorial, en la calle Real y que hoy lleva el nombre del prócer.  Era una casa de ladrillo y tejas, en la que nació y vivió el también conocido como León de Santa Rita quien prefirió darle candela a su poblado antes de que cayera, como esclavo, en las manos de los españoles.
Su vivienda fue la primera en incendiarse, en el año 1876.  Reconstruida al final de la guerra, la casa volvió a ser quemada en 1897 por las tropas del Mayor General Calixto García Íñiguez.
Se mantuvo en ruinas hasta 1919, cuando se edificó su parte delantera para dedicarla al comercio, y así se mantuvo hasta 1985, fecha en la que se comenzó su verdadera restauración. 
En el año 1996 fue declarada Monumento Nacional y desde entonces ha acogido numerosas celebraciones políticas y luctuosas; por ejemplo, el recibimiento de los restos de los internacionalistas fallecidos en África y el honor a grandes de nuestra historia como Vilma Espín Guillois y Juan Almeida Bosque.
De todos son nuestros Monumentos Nacionales
Esos sitios son parte de nuestras tradiciones  y distinguen a la provincia de Las Tunas no solo a nivel de país, sino más allá de nuestras fronteras.  Visitarlos reconforta tanto como escuchar las charlas de los abuelos porque en cada uno de ellos el ambiente susurra varias anécdotas y nos deja muchísimas enseñanzas.

Aliñao, una bebida exquisita para muchas celebraciones


En envases como estos, las familias guardan el aliñao para el nacimiento de los bebés y los 15 años de las niñas.

El chef de cocina internacional Orlando Castillo Fleita asegura que el aliñao es una bebida exquisita para brindar en numerosas celebraciones.
Reportaje radial sobre el aliñao


Cuba es tierra de historia, cultura y tradiciones lindas y perennes en el tiempo y los recuerdos.  Una de nuestras costumbres, el consumo del aliñao en varios momentos, fundamentalmente después del parto de las embarazadas, es tan común que apenas destacamos su grandeza.
Esta es una bebida exquisita, tan nuestra como el tocororo que vuela por los bosques cubanos, y tan importante que, casi siempre, marca los primeros minutos de la vida de las personas.
Nacida en la región oriental, el rito de brindarla luego del nacimiento de los niños se extendió por todo el territorio nacional y hoy cobra especiales matices, tal como asegura el chef de cocina internacional Orlando Castillo Fleita, vicepresidente de la Asociación Culinaria en la provincia de Las Tunas, a 690 kilómetros al este de La Habana.
“Fundamentalmente se elabora con el objetivo de celebrar la llegada al mundo de un niño.  En el caso de ser hembra, se guarda una botella para que pueda añejarse bien, fijar los aromas y los alcoholes y el día de su cumpleaños número 15, se abre y se hace un brindis con los invitados”. 
En la zona la mayoría de las familias han hecho aliñao para celebrar la llegada de hijos, sobrinos y nietos y hasta vecinos; pero, cada cual pone su propia receta en cuanto a la cantidad de dulce o alcohol, aunque la mayoría coincide en seleccionar frutas carnosas o de gran aroma como “la ciruela, piña, que le da un sabor característico, por ser la reina de las frutas y el higo; especialmente la hoja del higo, que le da el verdadero aroma a esta bebida; y no puedo dejar de mencionar la caña de azúcar, que es insustituible”.
Considera Castillo Fleita que “esta bebida artesanal puede ser ofrecida en banquetes, fiestas, recepciones u otras actividades como un aniversario de bodas, un cumpleaños o que usted reciba una visita y quiera brindarle una copa de aliñao”.
Precisamente por ser tan extendida la tradición de hacer esa bebida, y en un pequeño recorrido por las calles de la ciudad de Las Tunas, Tiempo 21 encontró estos criterios.
“Yo hice aliñao en el embarazo de mis dos hijos.  Sé que es una costumbre más bien oriental.  Para el occidente del país no se lleva tanto esa tradición  como para acá, para Oriente.  Es desde Camagüey hasta Guantánamo, donde el nacimiento de los niños viene acompañado siempre de una bebida dulce que mezcla alcohol con frutas.  No es que en otros lugares del país no se celebre; pero, no es con el aliñao”.
“He hecho aliñao en dos ocasiones, la primera vez con la ayuda de mi mamá.  Fue en los años 80 del pasado siglo, cuando había muchas cosas en la tiendas, hasta dátiles.  Y yo le eché.  El segundo fue después y lo hice yo solita.  Le eché cascos de guayaba y cuando se lo digo a mis amistades, todas se asombran porque nunca habían visto que se le echara ese dulce y yo lo hice”.
“Yo estoy embarazada, tengo un aliñao que me está haciendo mi papá porque yo no sé.  Tiene ciruela, ciruela china, caña media luna, cereza, grosellas…  Él se entretiene con eso y está muy alegre, para brindarle a las personas que vayan a la casa a conocer a mi bebé.”
Como también es costumbre en Las Tunas guardar una botella de aliñao para la fiesta de 15 años de las niñas, ellas no podían estar ausentes en esta búsqueda de opiniones.
Desde que yo nací, mi mamá me guardó una botella de aliñao para la fiesta de mis 15 años y ella me dijo que por nada del mundo se podía abrir antes, que ese es uno de los regalos que me va a hacer”.
“Yo también tengo una botella de aliñao para mis 15, mi mamá la guardó bien cerradita en el escaparate y me ha dicho mil veces que no la puedo tocar, que eso me dará muy buena suerte en mi fiesta”.
Sin recetas especiales ni la obligación de hacer determinada cantidad, el aliñao mezcla numerosas frutas con almíbar y alcohol, para convertirse en una bebida delicada que festeja el nacimiento de los niños y otras ocasiones especiales hasta convertirse en necesaria.
De todas formas, se mantienen los embarazos y felices partos como las razones fundamentales para hacer esa distinguida bebida.