¿Quién soy?

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Licenciada en Periodismo por la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba, en el año 1994, y Máster en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de La Habana, en el año 2009. Esta es una página personal, dedicada a mi querida ciudad de Las Tunas, en Cuba, y con las puertas abiertas a otros sitios de la provincia, que lleva igual nombre. Espero que sigamos compartiendo imágenes, historias, anécdotas y proyectos de la tierra que nos vio nacer o que nos acogió como hijos propios. Ah, ahí les dejo varias fotografías de los 8 municipios tuneros.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Una plaza grande en Las Tunas



Foto: Yaciel Peña

El 26 de julio de 1997, la ciudad de Las Tunas, a 690 kilómetros al este de La Habana, vibraba de emoción, al realizarse aquí el acto nacional por el aniversario 44 del Asalto a los Cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo.

Además de la alegría por el acontecimiento, y la dicha de ver al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz junto a los tuneros, la celebración dejó un maravilloso regalo que hoy perdura para embellecer aún más a este terruño y que se agradece al arquitecto Domingo Alás Rosell.
Se trata de la Plaza de la Revolución Mayor General Vicente García González, un lugar hermoso que ya es parte de la cotidianeidad de este pueblo, tanto en desfiles y actos políticos como en diferentes actividades festivas.

La admiración por ese sitio radica en el respeto que emana de su majestuosidad, fundamentalmente en el salón de los Generales, con esculturas de varios mambises y la réplica del Machete del Mayor General Vicente García, el más alto estímulo que entrega la Asamblea Provincial del Poder Popular en Las Tunas, a personalidades importantes en numerosas esferas.

También incide su excepcional ubicación geográfica, cerca del hotel Las Tunas, en la famosa Loma de Peralejo, desde la cual se extiende la explanada y una buena parte de la ciudad, además de su peculiar construcción, que mezcla el arte con la arquitectura.

En el área de concentración, para unas 125 000 personas, hay numerosas plantas y carteles con propaganda política, los que se suman a los bancos y la fuente que se levanta en su centro, para homenajear a Brígida Zaldívar, esposa del también conocido como León de Santa Rita.

La tribuna simula una fortaleza, con desniveles y laberintos de acceso que representan los incendios que sufrió la ciudad, y resume los momentos más importantes de la historia local.

A los pies de la plaza grande de Las Tunas se crece la gente sencilla, que la admira con satisfacción y sanos deseos de que muy pronto vuelva a acoger otra celebración por la histórica fecha del 26 de julio.

Un pintoresco poblado de Las Tunas



Fotos del sitio de Facebook Bartle, Cuba

El 16 de diciembre de 1958, hace ya 53 años, los residentes en el poblado de Bartle, a unos 23 kilómetros al oeste de la ciudad de Las Tunas, vivieron horas de angustia para luego disfrutar de años de alegría.

Ese día, varias tropas del IV Frente Oriental Simón Bolívar decidieron atacar el cuartel de la Guardia Rural, que imponía el terror y los abusos contra los habitantes y los campesinos de los alrededores.

Inicialmente parecía una acción fracasada porque a los esbirros les llegaron refuerzos muy bien armados y les dio tiempo a evacuar el cuartel. Pero, los miembros del Ejército Rebelde no se dieron por vencidos. Ellos organizaron el combate por los caminos de Bartle hacia la Guanábana y Bejuco. Sin embargo, los cobardes huyeron a campo traviesa, paralelamente a la línea de ferrocarril.

Todo fue más difícil; pero, finalmente la victoria llegó, a pesar de la muerte de varios y valiosos compañeros como Fernando Echenique Urquiza, José Santiago Ercilla, Ramón Mora Oliva, Ador Baldonado Pupo y Reinaldo Rodríguez Ramírez.

A partir de esa fecha Bartle es otro.

Atrás quedó el pequeño pobladito de escasos habitantes y casas de madera y tejas, surgido a inicios del pasado siglo, exactamente en 1902, y cuyos primeros habitantes fueron mayoritariamente ingleses, norteamericanos y canadienses.

Los fundadores de la comunidad desarrollaron su terruño poco a poco y en eso incidió el paso del ferrocarril por el lugar. Un aserrío y el comercio de cítricos fueron las simientes, las que luego dieron paso al desarrollo ganadero y el cultivo de la caña de azúcar.

Juan Ortiz Echavarría, presidente del Consejo Popular de Bartle, habla con orgullo de las cinco fábricas que existen en el lugar, entre las que destacan las de bebidas y licores y de galletas.

También, del hospital Alberto Arcos Luque, que tiene 31 camas y reporta cero índice de mortalidad infantil y materna desde hace varios años.

Cinco escuelas, una Casa de la Cultura, gimnasio, cine, Joven Club de Computación, salas de televisión y otras entidades elevan el nivel de vida de quienes tienen a Bartle como su patria chica.

Una de ellas es Barbarita Labrada Rodríguez, tunera que imprime emoción a sus palabras cuando lamenta no haber nacido allá. Pero, recuerda su niñez, sus grandes amigos, y más de 20 años de alegres huellas en su vida.

Pueblo de personas humildes, solidarias, alegres y respetuosas con los visitantes, Bartle apuesta por el futuro y el desarrollo, sobre la base del trabajo sistemático y la unidad entre los habitantes de esa tierra, que es otra desde el 16 de diciembre de 1958, cuando fue liberado el poblado.

martes, 13 de diciembre de 2011

Un tunero de respeto


A Manuel López Salcedo lo conocen todos los rincones del Refugio de Fauna Monte Cabaniguán-Ojo de Agua a donde llegó hace casi 20 años y parece que para quedarse, según se aprecia en sus palabras, llenas de alegría y gusto por lo que realiza día a día.

Desde hace varios meses encabeza un proyecto que estudia y evalúa los procesos de alimentación y reproducción de algunas aves acuáticas, especialmente los cocos y las sevillas, aunque también investiga los pelícanos, las corúas, marbellas y garzas.

Esa área, ubicada en las cercanías de Zabalo, un recóndito paraje de Jobabo, es sitio de alimentación y descanso de casi 60 especies de aves migratorias o residentes, fundamentalmente durante los meses de agosto a mayo.

Para Manuel no hay descanso. Ni siquiera se siente el peso de las agotadoras jornadas cuando de ir a las lagunas y los manglares se trata. En esos sitios olvida lo que hay más allá de su profesión y se deleita entre nidos, polluelos y el sonido de los animales, que baten sus alas cuando sienten el ruido de la lanchita que lo lleva y lo trae.

Dice que va para el mar por tres o cuatro días y se queda hasta una semana porque si es época reproductiva, hay más cosas que observar, como la anidación y el nacimiento de las crías.

Es entonces, cuando crece su satisfacción, más si halla nuevas especies que visitan el área o que deciden reproducirse ahí. Eso ya lo vivió cuando encontró varios ejemplares de zarapicos pico cimitarra chico, que es un transeúnte muy raro de localizar.

Esos simples detalles colman la vida de Manuel, hombre de piel curtida por el sol, para quien un ave es motivo de ánimo y de compromiso de aumentar el muestreo y la protección de esos animales que alegran las jornadas allá en las nueve mil hectáreas de manglares y lagunas del refugio de Fauna Monte Cabaniguán-Ojo de Agua.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Mercenarios del Gobierno de EE.UU. en Cuba asisten a recibir instrucciones de la SINA

De La Habana a Las Tunas hay casi 700 kilómetros; pero, en esta ciudad también nos resultan despreciables esos mercenarios, que se venden por un puñado de dólares.

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Tanque de Buenavista, símbolo de la ciudad de Las Tunas


“El Tanque de Buenavista, al igual que La Fuente de las Antillas y la Plaza Martiana, son símbolos que identifican a Las Tunas; es decir, los tuneros se sienten identificados con ellos porque, hasta yo que no soy tunera de nacimiento, ya siento que esos lugares son parte de mi vida”.

Así me dijo una mujer, escogida al azar entre quienes caminaban una de estas tardes por la Avenida Camilo Cienfuegos, en el reparto Alturas de Buenavista, y tiene mucha razón, pues este sitio se torna especial e inolvidable para quienes lo ven aunque sea una vez en su vida.

¿Qué decir entonces de los que cada día observan la inmensa estatura de esa obra, convertida en una de las siete maravillas de la ingeniería tunera?

Actualmente, para los tuneros, el Tanque es un regalo, como lo era en sus inicios, cuando nació el primer acueducto de la ciudad pues antes se aprovechaban las aguas subterráneas, gracias a los pozos que existían en muchas viviendas.

Su construcción comenzó en el lejano año de 1961 y terminó en 1967, según relata el sitio Web del Grupo Empresarial de la Construcción en Las Tunas, y se hizo todo en el lugar.

La ejecución de la magnífica obra tuvo cinco etapas: la cimentación corrida, a la que se le dejaron mochetas de acero para anclar las columnas hasta la altura de la riostra, que es una pieza puesta oblicuamente para asegura el soporte de una armazón.

El tercer paso fue cuando se encofró y fundió el plato. Después se levantaron las paredes, con hormigón armado fundido in situ y, por último, se hizo la tapa, a una altura de 31 metros.

Con capacidad para almacenar 500 mil galones de agua, comenzó a explotarse en enero de 1973, en lo que constituyó una gran alegría para los residentes en la ciudad de Las Tunas.

Para esa fecha se veía en varios puntos de la ciudad; pero, ya eso no es posible pues a su alrededor se multiplicaron los edificios multifamiliares, tiendas y muchas otras instalaciones.

Ahora, al cabo de muchos años, su mayor virtud es servir de punto de referencia para todos, como me aseguró un tunero de más de 50 años: “Para mí, como para la mayoría de los tuneros, es un punto de referencia, de ubicación geográfica. Cuando damos una dirección asociada al Tanque, en Buenavista sin edificios o en la parte de las construcciones multifamiliares, siempre lo citamos, para la ubicación de cualquier otro lugar, a veces muy distante”.

Por estos tiempos, el lugar tiene otras funciones, pues ocasionalmente su base sirve para la venta de refrescos, cerveza, productos del agro y diversos artículos industriales. Además, su explanada es centro de reunión para movilizaciones, actividades políticas y fiestas populares, lo que no deja indiferentes a los tuneros.

“Para mí significa bastante porque es un área que siempre yo visito y se pasa muy bien porque se disfruta mucho”. “Se ha convertido en la primera plaza para las fiestas en Las Tunas, es muy popular y allí se vende buena cerveza”.

Por una u otra razón, el Tanque de Buenavista es querido por los tuneros, quienes le reservamos un espacio en nuestros corazones.

Homenaje del pueblo de Las Tunas a todos los mártires cubanos








Fotorreportaje de Raúl Estrada Zamora

estrada@enet.cu

Las Tunas.- Como cada año, este miércoles, 7 de diciembre, el pueblo cubano homenajeó a todos nuestros mártires, en ocasión del aniversario de la caída en combate del Mayor General Antonio Maceo Grajales, símbolo de valentía y sacrificio por la independencia de la Patria.

En solemne desfile y ceremonia, decenas de miles de tuneros también rindieron tributo a los combatientes internacionalistas cubanos muertos en cumplimiento del sagrado deber de contribuir a la libertad e independencia de millones de hermanos en todas partes del mundo.

sábado, 3 de diciembre de 2011

La encantadora Villa Azul del oriente cubano


Hernán Bosch
hrbosch@enet.cu

Asentada sobre la falda de una suave elevación de 34 metros sobre el nivel del mar, parece dormir la pequeña y bella ciudad cubana de Puerto Padre, ubicada junto a la bahía de igual nombre en la provincia de Las Tunas, a más de 700 kilómetros al este de La Habana.

Esa ubicación inclinada y junto al mar favorece la reconocida limpieza de sus calles, “barridas” por las lluvias que desembocan a toda velocidad desde la cúspide de la loma hasta su malecón.

Poblada actualmente por unos 40 mil habitantes, la pintoresca villa cuenta con varios sitios de innegable interés socio-económico, histórico y turístico que para quienes la visitan.

Entre sus edificaciones sobresale imponente el Fuerte de la Loma, construido en el siglo XIX por los colonialistas españoles en la parte más alta de la ciudad, y que fuera proclamado hace tres décadas el primer Monumento Nacional de la provincia de Las Tunas.

Pese a su privilegiada posición y a su sólida construcción con piedras calizas, cal y una arcilla blanquecina denominada cocó, muy abundante en esta zona, la fortaleza fue tomada en 1877 por tropas independentistas subordinadas al aguerrido Mayor General tunero Vicente García.

El Fuerte de La Loma también cayó el 21 de mayo de 1898 en manos de los patriotas cubanos que luchaban contra la metrópoli española, para convertir a esta ciudad oriental en el primer puerto libre de Cuba.

Este acontecimiento histórico se repitió el 25 de diciembre de 1958, al ser tomada la fortaleza por las tropas del Ejército Rebelde, pocos días antes del triunfo de la Revolución que trajo a la Isla su independencia definitiva el primero de enero de 1959.

Actualmente el Fuerte es un museo que atesora valiosas evidencias de la época colonial.

Puerto Padre tiene otro museo que guarda importantes muestras históricas, arqueológicas y de la fauna cubana y exótica, entre las cuales impacta la reconstrucción del esqueleto de una ballena que asombrosamente recaló en las tropicales aguas atlánticas de la costa puertopadrense.

Conocida también como Villa Azul de los Molinos por la gran cantidad de esos equipos que existían y aún se conservan en la ciudad, Puerto Padre tiene además entre sus encantos un bello conjunto escultórico de Don Quijote de la Mancha, creado por los artistas tuneros Pedro Escobar y Elevis Báez.

Inspirados en el famoso combate del célebre personaje literario cervantino contra unos molinos que imaginó gigantes, los escultores presentan la figura monumentaria de El Quijote, quien, de pie frente al molino, tiene su adarga al brazo y la lanza descansando en el suelo, como símbolo de la justicia reconquistada luego de su supuesta victoria.

La Estatua de la Libertad, esculpida en 1904, que según los historiadores es la primera de su tipo en la zona oriental de Cuba, y los bustos o estatuas dedicados a patriotas como José Martí (erigido en 1936), Antonio Maceo (1950) y Máximo Gómez (1959), son otras de las principales obras escultóricas emplazadas en la villa.

Destaca, también, un hermoso Busto de las Madres (1946) enclavado en el centro de la ciudad, que discute aún frente a la localidad habanera de Santiago de Las Vegas el honor de ser la iniciadora en Cuba de la celebración del Día de las Madres, en la década de los años 20 del pasado siglo.

Otra de las atracciones de la villa puertopadrense es su hermoso malecón, de unos 600 metros de largo, junto al cual, dentro del mar, llama poderosamente la atención un manantial que asombra por la dulzura de su agua.

Pero no son sólo los ubicados en la ciudad los sitios de interés turístico de Puerto Padre, pues el municipio que lleva ese nombre, el de mayor extensión territorial entre los ocho de la provincia de Las Tunas, dispone en sus costas de varios kilómetros de excelentes playas.

Entre esos balnearios sobresale Covarrubias, donde funciona el único polo turístico internacional de la provincia, que cuenta con magníficas habitaciones junto a una bella playa de blanquísima y fina arena, aguas poco profundas, cristalinas y protegidas por una sólida barrera coralina.

En el aspecto económico, el municipio de Puerto Padre sobresale también porque en él están enclavados el coloso Antonio Guiteras, el mayor productor de azúcar en la historia de Cuba, un eficiente puerto que incluye una terminal de embarque de azúcar a granel y una de las mayores salinas del país.

Tiene este territorio, además, el orgullo de haber sido cuna natal de prestigiosas figuras del deporte y la cultura cubanas como el multicampeón mundial y olímpico de boxeo Teófilo Stevenson, el afamado pianista del jazz Emiliano Salvador y el prestigioso escritor Pablo Armando Fernández, entre otros.

Todos los incentivos anteriores, y una población hospitalaria, hacen grata e inolvidable una visita a la oriental "Villa Azul de los Molinos".

viernes, 2 de diciembre de 2011

A 138 años de la Batalla de Palo Seco

Palo Seco, Jobabo.- La tranquilidad de esta sabana a cualquier hora del día recuerda el silencio previo al combate más importante que sostuvo el Generalísimo Máximo Gómez Báez durante la Guerra de Independencia, ocurrido el dos de diciembre de 1873, hace hoy 138 años.

En la histórica Batalla de Palo Seco sobresalió la capacidad estratégica del valiente dominicano, quien obtuvo una rotunda victoria sobre las tropas españolas, que intentaban el rescate de un valioso botín de armas y proyectiles, ocupado unos días antes por el Mayor General Vicente García en el fuerte de la Zanja, del actual municipio de Jobabo.

Hasta el sitiado poblado de Guáimaro llegó la noticia del movimiento de los colonialistas por la zona de Palo Seco y Gómez no lo pensó dos veces. Animoso y decidido, arengó a sus soldados: “Una columna enemiga bastante fuerte ha salido a tomar un depósito de parque que guarda el General Vicente García y nuestro honor está comprometido, si a toda costa no evitamos esa desgracia."

Tal como deseaba, el Generalísimo defendió el honor de los cubanos y marcó el hecho como uno de los sucesos más importantes de la historia patria al preparar una emboscada que dejó un saldo de 507 españoles muertos, 70 prisioneros y la ocupación de numerosos caballos, ropas, alimentos, armas y municiones.

Visitar el monumento que recuerda ese combate es difícil para la mayoría de los tuneros por la lejanía; pero, vale la pena pues la simple presencia en ese sitio da una sensación especial, de satisfacción y orgullo, que remonta a inicios de diciembre de 1873, cuando los ruidos de la fusilería y del paso de los caballos se mezclaron con el sonido del machete mambí para romper, por unas horas, el silencio de la sabana de Palo Seco.