Especialistas en
Meteorología de Cuba indican
que la temporada ciclónica que comienza este lunes, primero de junio, será poco
activa especialmente por la presencia del evento ENOS (El Niño, Oscilación del
Sur) en el Pacífico Ecuatorial Oriental, el cual consiste en el calentamiento
de las aguas en esa región.
Así lo confirmó Wílber Ramírez Espinosa, jefe del Departamento de Pronósticos en el
Centro Meteorológico de la provincia
de Las Tunas, quien puntualizó que en el área del océano
Atlántico, mar Caribe
y golfo de México
se inhibirán los procesos de formación y desarrollo de esos fenómenos, por las fuertes
corrientes de aire en niveles superiores, de entre diez y doce kilómetros de
altura.
En
esta temporada, que se extiende hasta el 30 de noviembre, se prevé la ocurrencia de ocho ciclones tropicales,
y entre ellos se incluyen tres huracanes, por lo que la población y las entidades
estatales deben mantenerse informados, de manera sistemática, mediante los
medios de comunicación masiva.
Puntualizó
el experto que en el territorio
tunero la formación de esos organismos genera más interés desde el año 2008,
cuando los huracanes Ike y Paloma provocaron serias afectaciones socioeconómicas
por fuertes vientos, lluvias intensas, inundaciones y penetraciones del mar en
asentamientos costeros.
Para
la actual temporada, en la provincia existen nueve especialistas que trabajan
las 24 horas de cada día, además de otros expertos que laboran en las dos
estaciones meteorológicas, una en la localidad de La Morena,
en Puerto Padre y
otra en la ciudad capital, y todos disponen de la tecnología y el modelaje
necesarios.
Durante
estos meses, los organismos tropicales que se formen en el océano
Atlántico, mar Caribe y golfo de México se llamarán Ana, Bill, Claudette, Danny, Erika, Fred, Grace, Henri, Ida,
Joaquín, Kate, Larry, Mindy, Nicholas, Odette, Peter, Rose, Sam, Teresa,
Victor y Wanda.
Como
es habitual, en el mes de mayo se desarrolló en todo el país el ejercicio
Meteoro 2015 y para disminuir los riesgos en los ocho municipios de Las Tunas se
limpiaron zanjas y alcantarillas, se podaron árboles y se dio un notable
impulso a la recogida de desechos sólidos que impiden el natural paso de las aguas
cuando ocurren abundantes precipitaciones.
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