En Las Tunas hay nuevos aires por estos días porque ya muchos de sus
habitantes están de vacaciones y caminan por las calles como verdaderos dueños
de todo lo que hay en esta tierra hermosa.
Así es Cuba, un pedazo de nuestro corazón, al que amamos y defendemos. Un
sencillo ejemplo está en la habanera localidad de Miramar, donde el
pueblo rechaza la presencia de las mal llamadas Damas de blanco. Ni son
damas y mucho menos, blancas. Tienen el corazón verde de deseo de billetes
verdes que les mandan sus amigos del norte.
En las Tunas tampoco las queremos.
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