Ezequiel Labrada Guerra es
suboficial del Comando 105 del Cuerpo de Bomberos en la provincia de Las Tunas y tiene,
apenas, 21 años. No obstante, ya acumula
una hermosa trayectoria en el empeño de extinguir incendios, salvar vidas y,
lamentablemente, rescatar cadáveres.
¿Cómo
llega al Cuerpo de Bomberos?
«Llegué mediante la Cruz Roja, una organización
que marcó mi futuro. Ahí me hicieron
conexión con el Cuerpo de Bomberos y me interesé por la especialidad de
rescate, que siempre me llamó la atención.
Después estudié en la escuela nacional de bomberos, de la que me gradué
en febrero de este año. Ya soy parte del
Comando 105 como técnico de salvamento y rescate».
¿Por
qué escogió esa especialidad?
«Es que ayuda a salvar las vidas
humanas, que es lo más importante. Y a
eso se suma que también contribuye a preservar muchos bienes materiales del
Estado y de los propietarios de las viviendas, cuando los incendios se desatan
en el sector residencial».
¿Qué
preparación tiene para enfrentarse a incendios u otras situaciones de
emergencia?
«Primero, la teórica que aprendí en
la escuela. Pero, creo que la mayor
preparación es psicológica porque en esas situaciones tú no sabes lo que te
puedas encontrar. Es importante también
la preparación física. Tenemos que nadar
mucho y correr varios kilómetros. Además,
hay que cuidar la salud y alimentarse adecuadamente».
¿Cuál
ha sido su mayor experiencia?
«Sin dudas, es el incendio de la
tienda recaudadora de divisas El Fénix.
Fue el 27 de marzo de 2016 y fue una experiencia catastrófica por la
gran pérdida de dinero y recursos que tuvo el Estado. Nos personamos en el lugar y estuvimos
trabajando en la extinción del fuego hasta horas de la tarde. Ahí hice todo tipo de trabajo: relevar a compañeros
cansados, abrir puertas, entrar a grandes temperaturas, echar agua…, hice todo
lo que habitualmente hace un bombero».
¿Qué
otras experiencias tiene?
«He participado en varios accidentes
del tránsito y siempre son impresionantes.
Hace pocos días participé en el choque de un turismo con un vehículo
estatal, en la rotonda del Hospital Pediátrico de esta ciudad. Tuve que rescatar a un extranjero que quedó
atrapado porque la puerta compactó con el otro carro. También he rescatado cadáveres de personas
que han caído a pozos y han fallecido por el golpe o ahogados en el agua».
¿A
qué se compromete en el futuro?
«Mi primer compromiso, como oficial
del Ministerio del
Interior, es cumplir 25 años en esta actividad. Y seguir mientras la salud me acompañe. Conmigo se puede contar a la hora que sea y
en el momento que sea. Seguiré ahí, en
el Cuerpo de Bomberos».
En un año, Ezequiel Labrada Guerra ha vivido
acontecimientos importantes que lo han hecho madurar como persona y como
profesional. Con él se puede contar en
los años venideros para extinguir incendios, salvar vidas y proteger los
recursos materiales.
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