Oscar Antonio Nápoles Díaz es un niño de 6 años quien asegura que hoy es el día más feliz de su vida. Ese pequeñín cursa el primer grado en el Seminternado Toma de Las Tunas, de esta ciudad, y es, además, mi hijo.
Por lo tanto, para mí también este día es uno de los más felices de mi vida. Hoy su papá y yo le pusimos su pañoleta azul que lo acredita como miembro de la Organización de Pioneros José Martí y en ese momento se me saltaron algunas lágrimas de emoción.
Para nosotros, como padres, es una gran dicha que estudie en la misma escuela con Johanna Beatriz, la niña mayor, quien, por cierto, dejó atrás la pañoleta azul y ahora, en su cuarto grado, luce una de color rojo.
Padres, maestros y estudiantes participamos en las ceremonias que se repitieron en todas las escuelas de las Enseñanzas Primaria y Especial.
Entre risas, juegos y canciones, Cuba creció, a partir de hoy, con más de 104 mil pioneros. Mi niño, como ellos, realizó su compromiso de ser como el Che y, desde el hogar, le ayudaremos a cumplirlo.
1 comentario:
Yenima, comprendo tus sentimientos como madre y cubana en una ocasión tan especial. Uno de mis hijos recibió su pañoleta azul el año pasado; la pequeña me ha expresado sus deseos de vivir esa experiencia también, solo que para eso debe esperar al año que viene, pues ahora cursa el grado precolar. En realidad parece ser un acto sencillo el hecho de recibir una pañoleta, como un complemento más de un uniforme escolar, sin embargo, para los que vivimos en este país, es más que eso. La relevancia está dada desde la misma selección de la fecha, tan significativa para nosotros, en que tiene lugar la iniciación en la organización de pioneros José Martí. Por eso tus lágrimas de orgullo y mezcla de alegría. Te felicito por el trabajo,también felicidades a Oscarito.
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