Las Tunas.- En las mañanas,
el parque
Vicente García, de esta ciudad, amanece tranquilo y silencioso, sin los
pasos apurados de la gente que va a sus actividades cotidianas, ni la algarabía
de los niños que inundan sus tardes con juegos y carreras o la risa alegre de
los jóvenes que conversan y se enamoran en el lugar.
En cambio, registra un sonido
diferente, con el aleteo de miles de pájaros que pernoctan en sus árboles, y que
a primera hora emprenden el vuelo hacia diferentes zonas del territorio, y con
los motores de ómnibus, carros ligeros y motocicletas.
Esa es su rutina, desde hace
muchos años. Son tantas las primaveras
que lleva con nosotros que las anécdotas de miles de tuneros se pierden en la
memoria colectiva pues es, sin lugar a dudas, el sitio más visitado de toda la
provincia, a 690 kilómetros al este de La Habana.
Tiene sus orígenes en la que fuera Plaza de
Armas del ejército español en el territorio, fundada el día 3 de abril de 1858
y escenario de numerosas batallas entre las tropas cubanas y las españolas en
el siglo XIX.
Durante varias décadas rodeó a la Parroquia
de San Jerónimo y era punto obligado para los vendedores de frutas y alimentos
ligeros, a la vez que constituyó el centro del poblado, el cual luego se
convirtió en ciudad.
Pero, la verdadera historia de nuestro principal
parque se inició en el año 1910, cuando el Comandante del Ejército Libertador
Eduardo Vidal Fontaine se convirtió en el primer alcalde de Victoria de Las
Tunas. En esa fecha, se hizo eco de la idea
popular de construir un lugar diferente y acogedor, para todos los residentes y
paseantes.
Para eso, a inicios de 1911 se organizó el
comité Pro Vicente García, cuyos integrantes recolectaron fondos para erigirle
un monumento en la plaza al bien llamado León de Santa Rita y todavía
considerado el más grande revolucionario de este territorio.
Poco a poco se recaudaron los fondos, con
el aporte voluntario y desinteresado de hombres y mujeres de bien. Muchos otros, con igual dignidad, quisieron
contribuir; pero, la precaria situación económica que padecían se lo impidió.
Ya en 1914 el Ayuntamiento local decidió la
construcción del parque, y para ello se contó con las ideas y el diseño de Luis
Buenaventura Ruiz.
El monumento al Mayor General Vicente
García González se encargó a una compañía italiana, la que lo realizó en mármol
blanco. Fue inaugurado el 10 de octubre de 1915 en un acto solemne en el que
estuvo presente, y fue el orador principal, el doctor Alfredo Zayas, quien
años después sería presidente de la República.
En la estatua, el general tunero aparece de
pie. Descansa sobre un pedestal de base
cuadrada, enchapado en mármol de Carrara con textos en bronce y símbolos y
motivos florales a bajo relieve. Al frente se observa la figura de una mujer
que se apoya en un escudo y sostiene en su mano izquierda una esfera de mármol.
Encima levanta la imagen en bronce de una deidad guerrera.
Fotografías de la época, conservadas con
esmero por los especialistas del Archivo Histórico de Las Tunas, muestran su
desarrollo en el tiempo pues inicialmente sus bancos eran de madera y el piso estaba
formado por pequeñas losas de barro. Tenía muchos arbustos e, incluso, su cerca
no existía.
Hoy el muro perimetral está compuesto por
bancos de granito cuyo respaldo fue elaborado con elementos decorativos de
herrería, interrumpidos por pilares que culminan en copas que contienen
vegetación espinosa. Aún se conserva un
cañón de la antigua Plaza de Armas.
En el parque hay otras esculturas. Una de ellas rinde especial homenaje al oficial español Federico de Capdevila, defensor de los ocho estudiantes de Medicina fusilados el 27 de noviembre de 1871 y elaborada en bronce por una compañía italiana que la dejó inaugurada en el aniversario 85 de ese suceso.
También hay una que perpetúa a Mario García Menocal, tercer presidente de Cuba y Mayor General del Ejército Libertador cubano. Es de mármol negro a tamaño natural y se erigió el 24 de febrero de 1947.
Pero, la más conocida es la que se le dedica a nuestro Héroe Nacional José Martí, en una esquina del parque. Cuando llegó a esta ciudad la Carretera Central se decidió seccionar ese espacio para garantizar que la vía pasara justamente por el centro de la localidad.
En la actualidad, el parque Vicente García sigue
siendo un espacio de todos los tuneros, quienes muestran alegría o descontento
por sus recientes transformaciones como la instalación de una glorieta o el
color anaranjado que ahora luce por todas partes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario