Por el Centro Escolar Carlos Sosa
Ballester, de Becerra, han pasado varias generaciones de residentes en esa
comunidad tunera.
En la provincia de Las Tunas, a
690 kilómetros al este de La
Habana, hay muchos poblados y comunidades pintorescas por su historia,
costumbres, tradiciones y por la gente que vive y sueña en esos lugares.
Uno de ellos es Becerra, a
escasos kilómetros de la cabecera provincial, rumbo a los norteños municipios
de Puerto Padre y Jesús
Menéndez, y que tiene en la actualidad unos tres mil habitantes, además de
numerosas viviendas, varias instalaciones de la salud, escuelas y diferentes
centros de la producción y los servicios.
Pero, en otra época no fue así. Cuentan que antes del año 1800, había una
decena de casas; de ellas, solo tres eran de campesinos pudientes. Los demás eran muy pobres y vivían de
pequeñas actividades artesanales y agropecuarias.
El nombre de la comunidad se lo dieron los colonialistas
españoles y según ha trascendido en leyendas es porque allá había mucho ganado
cimarrón al que ellos llamaban becerros. Por tanto, tierra de becerros es Becerra.
También quedó para siempre lo ocurrido en ese lugar el
día 16 de junio de 1869, durante la Guerra de
los Diez Años, el Combate de Becerra.
En el enfrentamiento, 35 soldados del Ejército Libertador
se enfrentaron victoriosamente a una columna de 200 españoles, los cuales
fueron vencidos y dejaron en el campo comestibles y pertrechos de guerra.
Al cabo de los años, el 18 de agosto de 1895, durante
la Guerra del 95, se
produjo un segundo combate, también victorioso para los mambises. Dicen que hubo tantos fallecidos que al
terreno que hoy ocupa la Cooperativa de Producción Agropecuaria Calixto Sarduy
se le conocía como cayito de los muertos.
Al Triunfo de la Revolución, la mayor parte de los
residentes en la localidad era analfabeta y padecía de un gran atraso económico. Poco a poco todo cambió y actualmente la situación
es distinta pues el servicio eléctrico beneficia a casi el total de la
población.
También hay en Becerra tiendas, correo, farmacia,
cafetería, panadería, una fábrica de sombreros y varias instituciones del
sector agropecuario, su principal rama económica.
Y, por supuesto, hay hombres y
mujeres valiosos, que trabajan y construyen, que viven y transforman el antes
de su comunidad en un después mucho mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario