En el
Ministerio del Interior, Minint, también tiene Cuba sus raíces, su tronco y sus
ramas porque la Patria se sustenta en el acompañamiento que esa institución hace
al pueblo, cada día, y desde diferentes aristas del quehacer político,
económico y social.
Es así, desde
su creación, el 6 de junio de 1961, cuando se le dio la misión de dirigir,
ejecutar y controlar la aplicación de
las políticas estatal y gubernamental, en cuanto a la seguridad del Estado y el
orden interior del país.
Desde entonces
se creció el Minint, especialmente en el combate al terrorismo cruel que se
planificaba en Washington y Miami y se ejecutaba en La Habana, Santiago de
Cuba, Santa Clara, y en otras ciudades y poblados de este archipiélago.
Ejemplos
sobran, desde el mismo Triunfo de la Revolución Cubana hasta nuestros días y
sobresalen los intentos de asesinato al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz,
que fueron más de 600, y que no se concretaron por el actuar de los diferentes
órganos.
Con el paso de
los años, crecieron la experiencia y las habilidades, se reforzaron los
valores, hubo más compromiso y también desde la academia llegaron
conocimientos. La institución miró hacia
sus adentros y ascendió en proyecciones y misiones y en el aprecio del pueblo.
En la
actualidad, son miles los integrantes del Minint, algunos anónimos para
cuidarnos más, y la mayoría visibles a los ojos de los cubanos, en los trámites
migratorios, aduanales y de identidad, en las prisiones, en la atención a los
menores…
Y también, en
las calles, para controlar el tránsito y proteger a los niños, ancianos y
pueblo en general, durante la celebración de fiestas, en los espectáculos
deportivos y culturales y en muchas otras actividades cotidianas.
A eso los llamó
Fidel, en el acto
conmemorativo por el Décimo Aniversario de su creación, el 6 de junio de 1971:
«Y creemos realmente que el papel del funcionario del
Ministerio del Interior, del combatiente del Ministerio del Interior, es uno de
los papeles más honrosos y más dignos que pueda tener un revolucionario en este
proceso; uno de los trabajos llenos de estímulos, uno de los trabajos llenos de
honra, llenos de confianza.
«Ustedes tienen por delante un ancho campo de avance,
de progreso, de desarrollo, de conquista de nuevas técnicas, de estudio.
Ustedes tienen por delante la posibilidad hermosa de prestarle a nuestro pueblo
y a nuestra patria uno de los más fundamentales y apreciados servicios.
«Y la Revolución está segura de que ustedes sabrán
corresponder esa confianza. La Revolución está segura de que ustedes en
esta próxima década sabrán cumplir gloriosamente su deber».
No hay comentarios:
Publicar un comentario