¿Quién soy?

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Licenciada en Periodismo por la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba, en el año 1994, y Máster en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de La Habana, en el año 2009. Esta es una página personal, dedicada a mi querida ciudad de Las Tunas, en Cuba, y con las puertas abiertas a otros sitios de la provincia, que lleva igual nombre. Espero que sigamos compartiendo imágenes, historias, anécdotas y proyectos de la tierra que nos vio nacer o que nos acogió como hijos propios. Ah, ahí les dejo varias fotografías de los 8 municipios tuneros.

miércoles, 27 de junio de 2012

Caisimú, un cerro con belleza e historia


Extensos palmares adornan la geografía del Cerro de Caisimú y junto a esas plantas crecen guásimas, majaguas y ceibas.


Al Cerro de Caisimú, en la provincia de Las Tunas, a 690 kilómetros al este de La Habana, se le conoce por la preciosa base de campismo que radica en su cima.  Pero, también, por la extraordinaria belleza del valle que se extiende en sus faldas.
Aunque el relieve llano caracteriza al territorio, existen algunas elevaciones, desde las que se aprecian hermosos campos como este, en el que se distribuyen a su antojo más de un centenar de palmas reales y otros tantos árboles, adornando extensas llanuras de tierra fértil, sembradas de caña de azúcar y cultivos varios.
Junto a ellas se asienta una comunidad, perteneciente al municipio de Manatí, y distante de la cabecera provincial a casi 20 kilómetros. Tiene, en la actualidad, varios consultorios del Médico y la Enfermera de la familia, farmacia, clínica estomatológica y diferentes instalaciones sanitarias.   También, escuelas, tiendas y otros centros de interés social.
El asentamiento es antiguo; y de él se cuenta que fue refugio de un valiente indio que luchó contra la colonización española y que se llamaba Caisimú, nombre que hoy identifica a la colina, de apenas 126 metros de altura.
El lugar atesora una larga historia pues en el sitio estuvo uno de los campamentos del Mayor General Vicente García González.   El 9 de noviembre de 1871, el también llamado León de Santa Rita trasladó el campamento a un guayabal cercano y el día 14 se reubicó en Caisimú.
Luego, el 13 de febrero de 1877, se reunieron en ese sitio Vicente García y el Coronel Francisco Varona González para debatir y decidir el modo de atacar el Fuerte de la Loma en Puerto Padre.
Otros acontecimientos históricos marcan el sitio, como las visitas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz quien, el 21 de enero de 1978 y el 27 de julio de 1981, admiró la belleza del lugar y valoró su importancia para el desarrollo agroazucarero de Las Tunas.
Destaca también porque en lo más alto de su geografía hay una pequeña capilla, dedicada a la Virgen de la Caridad del Cobre, pues durante la Guerra de Liberación una residente en el lugar prometió que si triunfaba la Revolución regalaría un sencillo santuario a la Patrona de Cuba.
Leyendas, historia, belleza, fe y diversión se dan la mano en el lugar para, junto a sus residentes, hacer del Cerro de Caisimú un lugar especial y atractivo para todas las miradas.
Así lo aprecian los vacacionistas que durante todo el año visitan la base de campismo popular ubicada allí, quienes disfrutan la hermosura de la instalación y también la del valle que se extiende a sus pies.

viernes, 8 de junio de 2012

El antes y el después de la comunidad de Becerra


Por el Centro Escolar Carlos Sosa Ballester, de Becerra, han pasado varias generaciones de residentes en esa comunidad tunera.


En la provincia de Las Tunas, a 690 kilómetros al este de La Habana, hay muchos poblados y comunidades pintorescas por su historia, costumbres, tradiciones y por la gente que vive y sueña en esos lugares.
Uno de ellos es Becerra, a escasos kilómetros de la cabecera provincial, rumbo a los norteños municipios de Puerto Padre y Jesús Menéndez, y que tiene en la actualidad unos tres mil habitantes, además de numerosas viviendas, varias instalaciones de la salud, escuelas y diferentes centros de la producción y los servicios.
Pero, en otra época no fue así.  Cuentan que antes del año 1800, había una decena de casas; de ellas, solo tres eran de campesinos pudientes.  Los demás eran muy pobres y vivían de pequeñas actividades artesanales y agropecuarias.
El nombre de la comunidad se lo dieron los colonialistas españoles y según ha trascendido en leyendas es porque allá había mucho ganado cimarrón al que ellos llamaban becerros.  Por tanto, tierra de becerros es Becerra.
También quedó para siempre lo ocurrido en ese lugar el día 16 de junio de 1869, durante la Guerra de los Diez Años, el Combate de Becerra.  En el enfrentamiento, 35 soldados del Ejército Libertador se enfrentaron victoriosamente a una columna de 200 españoles, los cuales fueron vencidos y dejaron en el campo comestibles y pertrechos de guerra.
Al cabo de los años, el 18 de agosto de 1895, durante la Guerra del 95, se produjo un segundo combate, también victorioso para los mambises.  Dicen que hubo tantos fallecidos que al terreno que hoy ocupa la Cooperativa de Producción Agropecuaria  Calixto Sarduy se le conocía como cayito de los muertos.
Al Triunfo de la Revolución, la mayor parte de los residentes en la localidad era analfabeta y padecía de un gran atraso económico.  Poco a poco todo cambió y actualmente la situación es distinta pues el servicio eléctrico beneficia a casi el total de la población.
También hay en Becerra tiendas, correo, farmacia, cafetería, panadería, una fábrica de sombreros y varias instituciones del sector agropecuario, su principal rama económica.
Y, por supuesto, hay hombres y mujeres valiosos, que trabajan y construyen, que viven y transforman el antes de su comunidad en un después mucho mejor.

lunes, 14 de mayo de 2012

Parque 26 de julio, 49 años junto a los tuneros


Las Tunas.- Casi todas las generaciones de tuneros hemos crecido junto al Parque 26 de julio, de esta ciudad, una instalación que nos acompaña desde el lejano sábado 18 de mayo de 1963, hace ya 49 años, cuando abrió sus puertas como una feria agropecuaria de más de seis kilómetros cuadrados.
Desde entonces, y hasta la actualidad, la instalación se muestra como una fiel cómplice de quienes la visitan en el inicio de la avenida Vicente García González para admirarla pues ahora está mucho más linda y mejor conservada.
Ubicado en un lugar de lujo, nuestro parque se funde con su entorno para darnos una imagen de cubanía, tradiciones, cultura e idiosincrasia y para impregnarla en quienes la ven durante su traslado al resto de las provincias orientales.
A esa instalación hemos ido una y otra vez para participar en fiestas populares, ferias comerciales, presentaciones de orquestas, actos políticos, competencias de rodeo y coleo y muchas otras actividades de este pueblo, que ha crecido junto a ella.
Su inauguración fue un momento de alegría y satisfacción porque, desde la colonización española, estas tierras se utilizaron en la crianza de ganado mayor.  Por eso los jóvenes de zonas rurales cercanas tienen entre sus intereses las habilidades típicas de domar esos animales, ensillarlos, ordeñar las hembras y hacer varios números con sogas y lazos.
En 1972, y tras varios años de explotación, se reinauguró el lugar a propósito de la “Feria Nacional Agropecuaria y de Industrias Derivadas, Tunas 72”, que se celebró entre el 23 de julio y el 6 de agosto y que contó con la presencia del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, entonces máximo dirigente político en la provincia de Oriente.
En los años 90 la falta de recursos materiales y la desidia pudieron más que el deseo y las sombras se adueñaron del Parque 26 de julio. Hubo varias reparaciones menores hasta que se hizo la luz, con la reapertura del recinto expositivo el día 8 de enero del año 2006.
Después de esa fecha, y de manera ininterrumpida, cada domingo el centro recibe a miles de personas que lo visitan para hacer sus compras semanales de viandas, carnes, granos y otros productos alimenticios en lo que es una feria agrocomercial, cultural y recreativa.
Pasa el tiempo y 49 años de convivencia no han hecho mella en el cariño que siente el pueblo, no solo por lo que es actualmente sino porque ahí, en el potrero del río Hormiguero u Hórmigo, el Mayor General Vicente García González reunió a 200 hombres para, el 13 de octubre de 1868, asaltar la ciudad de Las Tunas.
También late el corazón de los seres dignos porque, al mirar sus naves, gradas y calles parece que la multitud, desde todos los lugares, aplaude la maestría de Jorge Barrameda Morejón, a quien se le dedica el Día del Vaquero de Rodeo, cada 24 de agosto, en homenaje a su natalicio.

Monumentos que eternizan el homenaje a las madres


Conocida en toda Cuba como la capital de la escultura, la ciudad de Las Tunas, a 690 kilómetros al este de La Habana, dedica uno de sus espacios más frecuentados a rendir homenaje perenne a las madres, esas personas especiales que siempre, presentes o ausentes, están junto a nosotros. 
Se trata del monumento erigido en el centro del Parque Maceo, en el que una joven aparece sentada, como quien canta, hace cuentos o juega con sus dos pequeños, ajena al bullicio de los transeúntes, carros y pregoneros y concentrada únicamente en dar y recibir amor.
Fue develado en 1960 y construido con mármol de la localidad italiana de Carrara, como muestra de respeto a Brígida Zaldívar Cisneros, esposa del Mayor General Vicente García González.
Así es en otros municipios de la provincia, donde esas preciosas obras, dedicadas a las madres, son consideradas de alto interés patrimonial por sus valores artísticos, históricos y sociales y que, aunque silenciosas, hoy son parte del ajetreo que impone el decursar de la vida, a la vez que se mantienen en la distancia de los años con iguales colores y significados.
La mayoría de ellas data de la primera mitad del pasado siglo y se realizaron a partir de gestiones de los Patronatos o alcaldías, con donaciones de pequeños empresarios y colectas populares y ahora continúan desafiando el paso del tiempo y las generaciones que las ven como propias aunque la mayoría de las veces carecen de una flor, depositada por manos desconocidas y agradecidas.
El de Puerto Padre es un hermoso busto, erigido en 1946 en el centro de la ciudad, el cual recrea a una mujer con su bebé en brazos y recuerda una frase del doctor local Ayala Polo en la que se asegura que la madre es el ser que más fervorosamente debe reverenciarse.
La escultura fue esculpida en piedra de capellanía por el español Nicasio Menza Portas, residente en Las Tunas, con un pequeño pedestal de mampostería y con placas de mármol empotradas a ambos lados.
El monumento de Amancio se inauguró el día 10 de mayo de 1953, en homenaje a las madres del antiguo central Francisco, hoy Amancio Rodríguez, y en su construcción se empleó mármol de Carrara, adquirido con el dinero que se recaudó en verbenas y fiestas populares.
Representa a una joven que abraza dulcemente al más pequeño de sus hijos, mientras el otro la abraza a un costado, reclamando su atención.
En el municipio de Colombia, en el centro del parque, la madre mira a su hijo con extraordinaria ternura y agradecida al Club de los Leones de Elia (nombre fundacional del poblado), encargado de su construcción con la ayuda de todo el pueblo hace muchos años, en el lejano 1949.
Cuidar y respetar esas obras debe ser, cada jornada, parte del homenaje eterno a quienes nos dieron la vida; no solo el segundo domingo de mayo sino cualquiera de los días.