Por estos días resultan frecuentes
las mañanas y tardes con fuertes rayos solares; pero, luego se ponen nubes en
el cielo y el ambiente presagia la ocurrencia de tormentas eléctricas lo que
implica la adopción de medidas para disminuir las afectaciones que pueden
provocar en las viviendas, los centros de trabajo y las escuelas de la provincia de Las Tunas, a
690 kilómetros al este de La
Habana.
Varias investigaciones del Centro
Meteorológico local confirman que con el inicio del período lluvioso se multiplican
esos fenómenos atmosféricos, los que
causan severos daños a la economía estatal y privada y, a veces,
ocasionan la muerte de personas por fulguración.
Los territorios desde Camagüey hasta Guantánamo son los
más afectados por esos eventos, los que se forman a partir de la inestabilidad
en la atmósfera, originados por nubes cumulo-nimbos y acompañados de
relámpagos, truenos, fuertes rachas de vientos, lluvias intensas y, en algunos
momentos, granizos.
En
el territorio tunero, los meses de mayores afectaciones son junio, julio,
agosto y septiembre, cuando son múltiples los perjuicios al servicio
telefónico, las redes de computación e informática y los equipos
electrodomésticos, fundamentalmente.
Según
las estadísticas, los municipios de mayor frecuencia de las descargas son los
ubicados en el centro de la provincia; o sea, Las Tunas y
Majibacoa. Le siguen Manatí, Puerto Padre y Jesús
Menéndez.
Además
de los cuantiosos daños económicos a las propiedades estatales y particulares,
se registran otros perjuicios más lamentables y son los relacionados con las
fulguraciones o muertes por el impacto de los rayos, aspecto en el que el
territorio ocupa el séptimo lugar del país.
Aunque son muchas las consecuencias
que acarrean las tormentas eléctricas, los expertos coinciden en que se pueden
disminuir a partir del conocimiento de los seres humanos para minimizar sus
daños y eso se incluye en el plan de medidas que deben tener todas las
entidades.
Por tanto, se recomienda que, ante la ocurrencia de
esos fenómenos, se desconecten los equipos electrodomésticos y que las personas
se alejen de árboles, rejas y otros elementos metálicos y, además, que
permanezcan dentro de las edificaciones.
Con el inicio del mes de abril comienza también una etapa peligrosa
porque llegan las tormentas eléctricas y con ellas, muchos daños que pueden
evitarse, de manera especial el fallecimiento de personas que a esa hora
pescan, realizan labores agrícolas o simplemente se bañan en los aguaceros.
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