De día o de noche, con
sol o cuando la luna da luz a las penumbras, un grupo de personas se mantiene
atento al teléfono, portador casi siempre de malas noticias. No las quieren; pero, las esperan. Y en ese instante, el ruido de las sirenas es
una inyección de rapidez, responsabilidad y compromiso con el pueblo.
Son los bomberos del
Comando 105, enclavado en esta ciudad, quienes, tras el aviso, disponen de
pocos minutos para ir, velozmente, hasta el lugar del incendio, que puede ser
una fábrica, una vivienda, un centro de prestación de servicios, extensos pastizales
o frondosos bosques que caen hechos cenizas por la voracidad del fuego.
También participan en
el rescate y salvamento de personas cuyas vidas corren peligro por la crecida
de ríos, accidentes de tránsito, exposición a las alturas o a sustancias
químicas y muchas otras situaciones en las que se crecen por la preparación
física que reciben de manera sistemática y porque para eso existen, para servir
al prójimo.
Así son y así se
comportan los profesionales que luchan contra las llamas en la provincia de Las Tunas, herederos
del valor de quienes integraron el primer Cuerpo de Bomberos de Cuba
aquel lejano 13 de noviembre de 1696. Han
pasado 320 años y su voluntad se mantiene en pie, ahora con más condiciones
técnicas y mayor organización.
Así lo reflejé en el
sitio web de Radio Victoria.
http://www.tiempo21.cu/2016/11/13/bomberos-de-las-tunas-otro-dia-dedicados-a-su-pueblo/
No hay comentarios:
Publicar un comentario