A las 11 de la mañana de este 2 de
diciembre, el Comandante en Jefe Fidel
Castro Ruz regresó a Las Tunas
y, por ende, al indómito Oriente,
al escenario de tantas batallas y de tantas victorias en el Cuartel Moncada, Las Coloradas y la Sierra Maestra.
Con su llegada se paralizaron los
corazones de miles de tuneros, quienes desde tempranas horas de la jornada se
concentraron a ambos lados de la Carretera Central
para decir hasta luego al invicto guerrillero que cambió los destinos de Cuba y de América Latina.
En ese instante, las voces se
unieron en un solo canto, Yo soy Fidel
y, desde muy adentro, con lágrimas que pujaban por salir, nacieron compromisos
individuales para honrar la memoria y el ejemplo del líder de la Revolución Cubana.
Fueron horas intensas, cargadas de
mucha emoción porque el pueblo todo, niños, jóvenes y ancianos, colmó más de 65
kilómetros de esta geografía, desde El
Yunque, en el municipio
de Las Tunas, hasta Cañada Honda, en
Majibacoa.
Se calculan más de 200 mil los
tuneros presentes en el homenaje, en el que patentizaron el respaldo a las
ideas que por seis décadas promulgó el invencible guerrillero, dirigidas a
garantizar igualdad para todas las personas.
Participaron representaciones de Manatí, Puerto Padre, Jesús
Menéndez, Jobabo, Colombia y Amancio, con el tributo y la gloria
eterna al héroe, al invencible, al que ningún enemigo pudo derrotar, al que
está aquí y en todo el país, al que nunca se irá de nuestro lado, al que, desde
siempre, es luz y ejemplo.
En Las
Tunas, todos somos Fidel. Gracias por enseñarnos a luchar siempre y a vencer
con el ejemplo, el trabajo y las ideas.
Desde la inmortalidad seguirás ganando batallas porque tu inmortalidad
se multiplicará en todas partes, más hoy, a 60 años de la llegada victoriosa
del Yate Granma al oriente de
Cuba. Hasta siempre, Comandante.
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