A las 2.54 minutos de
la madrugada se desató un fuerte aguacero en esta ciudad, asociado a las
primeras bandas de lluvias del huracán Irma, aunque durante la noche del jueves
ya se habían reportado ligeras precipitaciones en Puerto Padre y otras
localidades de Manatí y Jesús Menéndez.
Alexei Moreno Borges, subdirector del Centro
Meteorológico de la provincia de Las Tunas, explicó que las principales
afectaciones se registrarán en los municipios del norte, donde las olas pueden
alcanzar cinco metros de altura, con significativas penetraciones del mar.
Aunque los efectos de un fenómeno atmosférico como este
son indeseados, los tuneros ruegan porque deje un poco de lluvia para alimentar
los deprimidos embalses del territorio, los que se encuentran al 24 por ciento
de su capacidad total de llenado, con unos 85 millones de metros cúbicos de
agua.
Así lo declaró Mirtha García Rojas, delegada del
Instituto de Recursos Hidráulicos, quien añadió que tienen garantizados el
hipoclorito, sulfato de alúmina y otras sustancias químicas para la
potabilización del agua, que se bombeará a la población mediante grupos
electrógenos si fuera necesario.
Desde hace varios años, la provincia padece de una
intensa sequía que ha afectado considerablemente diferentes actividades
socioeconómicas, especialmente la ganadería, los cultivos varios y la zafra
azucarera.
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