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Licenciada en Periodismo por la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba, en el año 1994, y Máster en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de La Habana, en el año 2009. Esta es una página personal, dedicada a mi querida ciudad de Las Tunas, en Cuba, y con las puertas abiertas a otros sitios de la provincia, que lleva igual nombre. Espero que sigamos compartiendo imágenes, historias, anécdotas y proyectos de la tierra que nos vio nacer o que nos acogió como hijos propios. Ah, ahí les dejo varias fotografías de los 8 municipios tuneros.

domingo, 22 de abril de 2012

Estadio Julio Antonio Mella, cuna de historia y emociones para los tuneros

Durante las diferentes series de la pelota revolucionaria, los tuneros hemos ido una y otra vez al estadio Julio Antonio Mella, con alegría y optimismo, a ver ganar y perder a nuestro equipo de béisbol; pero, fundamentalmente, a disfrutar de excelentes partidos, con jugadas atractivas y emocionantes.
Así ocurre desde que se inauguró una de las más importantes instalaciones deportivas de Las Tunas, a 690 kilómetros al este de La Habana.
De eso, hace ya mucho tiempo, en el lejano año de 1945; aunque, para ser honesta, desde entonces ha cambiado mucho pues no siempre fue como lo vemos en la actualidad, tan lindo y vistoso.
La historia de ese deporte en la ciudad tuvo muchas otras áreas, en las que se daban cita los conjuntos de entonces.  De ellas, la más significativa fue la Glorieta San Carlos, un terreno que se convirtió en estadio en la década del 20 del pasado siglo, gracias al estadounidense Charles Milligan, quien donó parte de su finca La Concordia, donde hoy se ubica la tienda La Blanquita, en el reparto de Buenavista.
Después, se jugaba béisbol en el Estadio Vidal, del reparto Santo Domingo, el cual se demolió en 1944; pero, por iniciativa del Alcalde Municipal, José “Pepillo” Hernández, se creó un Patronato denominado Todo por Tunas, que recaudó fondos para la construcción de una nueva instalación en los terrenos que donó la familia Velázquez, en la intersección de la entonces avenida Roosevelt, hoy calle Frank País, con la carretera de Puerto Padre, cerca de la estación del ferrocarril.
Comenzó a funcionar a finales de 1945, y en esa época tenía una cerca de mampostería y una gradería de madera, techada de guano, que luego fue de planchas de cartón y en la actualidad, está revestida de zinc galvanizado.
Además, disponía de varios palcos bajos, con capacidad para acoger a unas mil personas.
Por muchos años, hizo historia en Las Tunas el estadio municipal, al que también llamaban “Chicho Velázquez” por quien donó los terrenos.  En esa época acogió importantes encuentros de la Liga Profesional de Cuba, entre otros acontecimientos de ese deporte, y después del Triunfo de la Revolución Cubana, comenzó la remodelación y el acondicionamiento de la instalación.
Desde ese momento se llamó Julio Antonio Mella, en homenaje al líder estudiantil cubano, y con las transformaciones, amplió su capacidad a 13 mil personas, además de un área para el parqueo, cafetería y oficinas.
Curiosamente, en sus inicios, el terreno de juego se trazó con el home en la zona donde hoy está el jardín central del estadio, cuya ubicación es la correcta de acuerdo con las normas establecidas.
Ahora sus dimensiones son 325 pies por el jardín derecho, 400 por el central y 325 por el izquierdo, distancias esas que continuamente son superadas por los jonrones de Joan Carlos Pedroso, Alexander Guerrero y otros integrantes del equipo tunero, que lo acogen como su casa desde el año 1977.
Dentro, sobre la hierba, rodeado por las gradas y las torres de iluminación vive la emoción de este pueblo que ha visto el renacer de su conjunto en las últimas series nacionales de béisbol, al extremo de ser esta la ocasión en la que se acumulan más victorias.
Es este un regalo muy merecido por la afición, que vuelve, en cada cita, para acompañar y apoyar a nuestro equipo de pelota; aplaudiendo sus jugadas, coreando motivaciones y hasta pidiendo a los seres divinos por otro triunfo para hacer más grande a este territorio, a sus peloteros y al estadio Julio Antonio Mella.

Sala Polivalente de Las Tunas, la grandeza de su tamaño e historia

Inmensa y misteriosa en su estructura es la sala polivalente Leonardo Mc Kenzie Grant, sede de importantes eventos deportivos y artísticos, y parte del desarrollo social de la provincia de Las Tunas, a 690 kilómetros al este de La Habana.
Inaugurada el 25 de junio de 1988, desde entonces, la instalación embellece la geografía de la ciudad cabecera y, al cabo de un cuarto de siglo, se mantiene en su grandeza y majestuosidad como una de las siete maravillas de la ingeniería tunera en el siglo 20.
Esa institución honra con su nombre a un esgrimista también grande, Leonardo Mc Kenzie, quien vivió aquí y, lamentablemente, murió en las aguas de Barbados, cuando un cobarde sabotaje organizado por Luis Posada Carriles hizo explotar una nave de Cubana de Aviación, que lo traía de vuelta a la Patria con el cuello cargado de medallas.
Ubicada en la intersección de las avenidas Dos de diciembre y 30 de noviembre, la obra constituyó un estudio de factibilidad pues fue la más grande y única de su tipo en el país.  Después se hicieron las de La Habana, Sancti Spíritus y Santiago de Cuba; pero, ésta sirvió de patrón para las demás.
Comenzó a construirse en el año 1982, en un proceso que duró cinco años.  Para ese entonces, en los alrededores solo había malezas, aunque en las cercanías estaba el seminternado Toma de Las Tunas y un moderno hospital, el Ernesto Guevara, que trajo esperanzas para la región.
De su edificación sobresalió el izaje, con gatos hidráulicos, de la estereocelosía que conforma el techado, de seis mil 253 metros cuadrados.  Esa estructura pesa 814 toneladas y descansa sobre 52 columnas a una altura de 14 metros.
La sala polivalente tiene capacidad para tres mil 500 espectadores y hasta cinco mil cuando hay mucha demanda por parte del público, en dependencia del evento que se realice en ella. 
También posee un área de entrenamiento con tabloncillo y cuadrilátero, vestíbulo, cafetería, salones de prensa y de reuniones, oficinas y un parque en la parte delantera en el que, al atardecer, muchas parejas alimentan su amor y sus sueños, cerca de una escultura del artista tunero Rafael Ferrero, la cual representa a una gimnasta.
El costo de su construcción civil fue de tres millones 494 mil 300 pesos, los que se revierten en el hecho de que ha sido sede de importantes eventos deportivos y culturales, entre los que sobresalen el Torneo Giraldo Córdova Cardín de 1988 y las presentaciones del Circo Nacional de Cuba.
Para los tuneros, la institución es muy significativa; se le quiere y se le admira; y se sufrió por ella cuando el huracán Ike dañó una parte de su cubierta.  
Después de 25 años se mantiene para aumentar la grandeza de su tamaño e historia.

Corroboran incremento de las temperaturas mínimas en Las Tunas

Investigaciones realizadas recientemente en el Centro Meteorológico Provincial de Las Tunas, a 690 kilómetros al este de La Habana, corroboran que en el territorio el clima se está volviendo más cálido y que el calentamiento observado se asocia al aumento de los valores de las temperaturas mínimas. 
El estudio precisa que las evidencias demuestran que la tendencia hacia un clima más caliente está muy influenciada por el abrupto cambio que se observó en las series temporales de ese elemento, durante los años 70 del pasado siglo y que produjo un intenso calentamiento de las capas bajas de la troposfera.
En esa época, las temperaturas mínimas tenían un valor promedio alrededor de los 20.7ºC y desde el año 2000 en el territorio tunero se alcanzaron valores próximos a los 21.7ºC, cifra que, según la simulación de escenarios climáticos, seguirá en aumento.
El Máster en Ciencias Meteorológicas Camilo Más García, especialista de la institución, precisó que el incremento de la temperatura mínima media en el orden de 1ºC acarrea algunas consecuencias como la disminución de la amplitud térmica pues las temperaturas máximas medias mantienen sus valores, por lo que la diferencia entre la menor y la mayor se hace más corta.
Agregó que esas condiciones son nefastas para la vida de las plantas, los animales y las personas ya que los seres vivos necesitamos de diferencias entre las temperaturas diurna y nocturna para mantener nuestro ciclo normal evolutivo.
Puntualizó el especialista que lo que ocurre en Las Tunas es un fenómeno mundial y constituye una evidencia del cambio climático, que también incide en la transformación de las estaciones, como el pasado invierno en el que apenas vivimos ligeros frente-fríos.

sábado, 17 de marzo de 2012

Motel El Cornito, sitio de silencio y paz



Al sureste de la ciudad de Las Tunas, como quien va para la provincia de Camagüey o el municipio de Jobabo, hay un lugar que transmite paz casi todo el año, aunque por unos días su silencio se transforme en risas, música, algarabía de personas que van y vienen, y jolgorio.

Se trata del Motel El Cornito y los cambios que allí ocurren obedecen a la realización en esos predios de la Jornada Cucalambeana, fiesta mayor del campesinado cubano y recuerdo imborrable de quien ganó, por derecho propio, el título de mejor poeta bucólico del siglo XIX, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo.

Durante una buena parte de su corta existencia vivió allí el hombre que desapareció en Santiago de Cuba sin dejar huellas, el repentista que nos dejó preciosas espinelas que recrean su amor por Rufina y la satisfacción que le causaban los árboles, animales, el río, la naturaleza toda.

Naturaleza que hoy acompaña a los tuneros, aunque en menor cuantía. De todas formas, su paisaje es, sencillamente, de incalculable belleza pues tiene una atractiva vegetación de bambúes, a cuya sombra recordamos, conversamos, disfrutamos y amamos.

Ese entorno natural se conjuga con un pequeño parque de diversiones, restaurante, cabañas, piscina, cabaret y otras áreas, como las ruinas que recuerdan la antiquísima casa en la que el poeta dio afecto a su amada para marcar la eternidad.

Hasta allá comenzaron a llegar, en el año 1930, varias sociedades fraternales y de recreo asentadas en el territorio, con el propósito de rendir homenaje a El Cucalambé. Escogieron el primer día del mes de julio, fecha de su natalicio, y participaban las principales familias de esa época.

Para eso se hacían guateques, en los que el canto de las décimas llegaba hasta el amanecer. Y con la música había baile, bebidas y la típica comida cubana: congrí, puerco asado, yuca con mojo criollo y ensalada.

Poco después del Triunfo de la Revolución, algunas figuras de la cultura cubana como Jesús Orta Ruíz, Pepe Ramírez y Ramón Veloz pensaron en una fiesta representativa de la cultura campesina y, acertadamente, escogieron el lugar.

Con los años se fueron incorporando otras actividades y en 1969 se construyó el sendero que une a Las Tunas con esa zona. Incluso, en los alrededores de esa vía surgió un reparto con numerosos pobladores.

Ahora Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, el Cucalambé, sigue vivo en El Cornito. Por una semana es el centro de atención de todos y el resto del tiempo lo recorre, en silencio, disfrutando de la naturaleza y haciendo versos para su Rufina. Su recuerdo y la acogedora vista hacen pasar a los visitantes momentos inolvidables, de paz y satisfacción.

Protegen el entorno en la Reserva Ecológica Bahía de Nuevas Grandes - La Isleta


Manatí, Las Tunas.- Lograr la preservación de las poblaciones de especies amenazadas de la flora y la fauna, mediante la aplicación de técnicas de propagación in situ y el manejo de hábitat es uno de los objetivos de la Reserva Ecológica Bahía de Nuevas Grandes - La Isleta, perteneciente a la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna.

En esa área protegida, catalogada de interés nacional, también se trabaja en la protección de los diferentes atributos naturales, como las playas, los arrecifes, las dunas costeras, la paisajística y los suelos, a la vez que se fortalece la educación ambiental en los residentes en la zona.

Precisamente en el Plan de Manejo Integral, para los próximos años, se prevé perfeccionar la labor de especialistas y guardabosques para disminuir gradualmente la pesca, la caza y la tala furtivas en las tres mil quinientas hectáreas de superficie marina y las más de cuatro mil trescientas terrestres.

En la Reserva Ecológica Bahía de Nuevas Grandes - La Isleta coexisten cinco formaciones vegetales diferentes con otra de humedales, una extensión considerable de lagunas interiores y marismas, así como un ecosistema de barrera coralina con buen nivel de conservación.

En el lugar se han identificado un total de 305 especies de plantas, entre las que sobresalen 25 endémicas de Cuba y trece especies florísticas amenazadas de extinción; por ejemplo, el romerillo de costa, uno de los mayores tesoros del lugar pues nunca se le ha encontrado en otra área geográfica ni dentro ni fuera de nuestro país.

De la fauna se han inventariado 67 especies de aves terrestres y 51 acuáticas, 20 de reptiles, cuatro de anfibios y varias de mamíferos como manatíes, murciélagos, venados, ratas, ratones, y gatos, perros y puercos jíbaros, además de una amplia variedad de peces, incluido el pez león.

La zona de La Isleta fue afectada en diferentes grados en la primera mitad del siglo XX, por la explotación maderera. Hoy la situación se revierte porque la entrada a ese lugar está vedada lo que garantiza impactos mínimos a su entorno.