¿Quién soy?

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Licenciada en Periodismo por la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba, en el año 1994, y Máster en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de La Habana, en el año 2009. Esta es una página personal, dedicada a mi querida ciudad de Las Tunas, en Cuba, y con las puertas abiertas a otros sitios de la provincia, que lleva igual nombre. Espero que sigamos compartiendo imágenes, historias, anécdotas y proyectos de la tierra que nos vio nacer o que nos acogió como hijos propios. Ah, ahí les dejo varias fotografías de los 8 municipios tuneros.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Cádillac nuevo en mi ciudad



Mi ciudad, Las Tunas, que puede ser la suya o la de alguna persona cercana afectivamente, tiene ahora muchas obras nuevas que la hacen distinta, más bella.

Una de ellas fue inaugurada hace pocas semanas y ha transformado, para bien, a su entorno.

Se trata del Hotel Cádillac, ubicado en la histórica esquina de las céntricas calles Colón y Francisco Vega, a un costado del parque Vicente García.

Ahora mi querido terruño acuna a numerosos admiradores del precioso edificio, que tiene tres pisos de altura. Cuenta con ocho habitaciones, un centro nocturno, dos bares, un mirador y otras dependencias.

Así, a unos 700 kilómetros de La Habana, se yergue majestuoso el nuevo hotel, que tiene un origen bastante lejano en el tiempo pues su construcción comenzó poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Durante los últimos años, el local mostraba un deterioro muy avanzado, que nada tiene que ver con la obra de hoy, aunque se rescató su versión original, que, para muchos semeja un buque anclado en el puerto.

La carpintería de excelencia, y la música propia de la década del 50 del pasado siglo contribuyen a la generalidad que es el Hotel Cádillac.

Es un sitio nuevo y bello para Las Tunas, una ciudad que se transforma y, de paso, nos hace sentir más orgullosos de ella.

martes, 11 de noviembre de 2008

Vuelo de una Paloma sobre Las Tunas

Mi querido rincón de Las Tunas corrió mucho peligro este fin de semana. Con ella, el resto de las ciudades, los poblados y las zonas rurales del territorio oriental del país. El huracán Paloma amenazaba con una fuerza descomunal y el pueblo todo se preparaba para lo peor.

Asegurábamos ventanas y puertas, protegíamos bienes personales y estatales, guardábamos agua potable y adoptábamos otras medidas.

Y, al igual que sucedió con el huracán Ike, hace dos meses, también hicimos gala de una extraordinaria solidaridad y un ejemplo es que aquí y allá, varias familias se reunieron para pasar otra aciaga noche.

Afortunadamente, Paloma se debilitó cuando tocó tierra por el municipio camagüeyano de Santa Cruz del Sur y los daños fueron menores que los que imaginábamos.

De todas formas, la situación en la isla es difícil porque delante de Paloma pasaron los huracanes Gustav y Ike. Recuperarnos de estos tres fenómenos implicará invertir extraordinarias sumas de dinero.

En las Tunas, la mayor parte de los efectos negativos se concentran en los municipios del sur, sobre todo en Amancio. El poblado costero de Guayabal amaneció con escenas desgarradoras. Mas, ni un muerto hubo en ese territorio.

Esto es prueba de nuestra organización y del sentido de responsabilidad porque ya fuimos muy lastimados por Ike.

Ahora seguirán días de esfuerzo desmedido en pos de la recuperación total, de la cual no tengo ninguna duda.

Y ojalá no haya otros huracanes por nuestras cercanías, en lo que nos resta de temporada ciclónica.

sábado, 18 de octubre de 2008

Amanecer en Las Tunas

Amanece en la ciudad, y con el despuntar del día crece el típico calor de verano que la mayor parte del tiempo marca la existencia de Las Tunas.
Mientras, abre los ojos una buena parte de la gente que se apresta a participar en sus actividades cotidianas.
Algunos duermen las mañanas como si el sol no hubiera salido. Pero, la mayoría hace posible que la ciudad siga su desarrollo social y económico. Entonces, son elementales los madrugones.
En la oscuridad, con el olor dulzón del café y los trinos de los gorriones citadinos, escuchamos pasar al hombre que cada día recoge los desperdicios del hogar.
A veces también oímos la voz alegre de las mujeres y los hombres que barren las calles para que, al levantar el sol, las encontremos muy limpias.
Así despierta Las Tunas y, poco a poco, aparecen personas de andar apurado que, tras el buenos días al vecino, emprenden su viaje, a pie o en bicicleta, hasta sus colectivos laborales o estudiantiles.
Después, mientras levanta el día, muchos salen de sus casas. Además del trabajo y la escuela, van a visitar amigos, de compras o de paseo, o a cumplir con otras obligaciones.
Lentamente, el reloj marca los minutos y la ciudad va cambiando. Lo que hace unas horas estuvo casi vacío se transforma en un hervidero de personas que van y vienen, con planes, sueños y ambiciones, además de la firme voluntad de seguir haciendo de Las Tunas una mejor ciudad.

Solidaridad antes y después de Ike

En Las Tunas y toda Cuba, la solidaridad siempre ha marcado la vida de quienes vivimos orgullosos de nuestra tierra. Y ahora es una de las palabras más lindas de estos tiempos.
Después del paso del huracán Ike, al amanecer del 8 de septiembre, la solidaridad se enfrentó a los daños y salió airosa en las calles y los campos tuneros.
Un día tras otro, y en cualquier lugar, los hechos demuestran el sentido de esa palabra. En todas partes, ya es algo cotidiano y a veces pasa inadvertida, sobre todo para quienes se obsesionan buscando las manchas del sol.
Niños, jóvenes y adultos de Las Tunas extendemos la magia de la solidaridad a otras personas que caminan por las mismas calles, llevan a sus hijos a las mismas escuelas y disfrutan también del renacer de nuestro entorno.
Muchas acciones de tú a tú marcan el quehacer de toda Cuba y dan sentido a una de las palabras más hermosas de estos tiempos, la solidaridad.