La provincia de Las Tunas posee un
fondo de tierra superior a las 477 mil 893
hectáreas y según el estudio realizado por un equipo multifactorial, más del 80
por ciento posee afectaciones de diversos grados.
En la investigación se
comprobó, y el paso de los años lo ha demostrado, que las principales
dificultades de los suelos del territorio son erosión, problemas de pendiente,
drenaje, poca profundidad efectiva, salinidad, baja fertilidad natural y
acidez.
Entre las causas de ese
deterioro se relacionan los incendios forestales, la insuficiente adición de
materia orgánica y la falta de cultura ambiental en las personas que trabajan la
tierra en función del aprovechamiento y empleo de los productos biológicos.
Para disminuir los
daños, varias entidades del Ministerio de
la Agricultura buscan alternativas, y también aporta la Asociación
Nacional de Agricultores Pequeños, con la capacitación a los campesinos y
especialmente a los usufructuarios de tierras ociosas.
A pesar de dificultades
económicas y la falta de lluvias, en los ocho municipios se ejecutan varias
acciones para la conservación y el mejoramiento de la superficie, como el
arrope, drenaje y la siembra de cultivos de cobertura que elevan la fertilidad
del terreno.
Además, se realiza la
surca contra la pendiente y el fomento de fajas hidrorreguladoras en las zonas
próximas a ríos y presas, para lo que se destina anualmente una alta cifra de
dinero, que beneficia a miles de hectáreas.
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