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Licenciada en Periodismo por la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba, en el año 1994, y Máster en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de La Habana, en el año 2009. Esta es una página personal, dedicada a mi querida ciudad de Las Tunas, en Cuba, y con las puertas abiertas a otros sitios de la provincia, que lleva igual nombre. Espero que sigamos compartiendo imágenes, historias, anécdotas y proyectos de la tierra que nos vio nacer o que nos acogió como hijos propios. Ah, ahí les dejo varias fotografías de los 8 municipios tuneros.

lunes, 22 de abril de 2013

El valor ecológico de Monte Cabaniguán



Escuche AQUÍ las palabras del reconocido investigador Raúl Verdecia Pérez sobre la colección de palmas de Monte Cabaniguán.
AUDIO: El valor ecológico de Monte Cabaniguán.
En la parte sur de la provincia de Las Tunas, a casi 700 kilómetros al este de La Habana, la sabia naturaleza diseñó un sitio que forma parte del humedal de Biramas, en el Delta del Cauto, el segundo de mayor importancia en Cuba. 
Escondido en un pedacito de nuestra geografía y visible solo para los residentes en la zona y para los valientes que desafían un difícil y extenso camino desde el núcleo urbano del municipio de Jobabo hasta Zabalo, Monte Cabaniguán es un destino de pocos y un anhelo de muchos por las bellezas naturales que atesora y que lo convierten en imprescindible para la conservación del entorno.
Del lugar sobresalen numerosas especies de la flora y entre ellas destaca el mangle, fuerte y firme, que rompe el impacto de las olas a pesar de lo débil del terreno en el que se sustentan sus raíces; y también allá abundan los palmares, de tronco fino y recto, erguidos y atentos al sol, el viento y a las aves que revoletean en lo alto.
Esos animales son símbolo de alegría, por sus colores, el canto que las distingue entre las diferentes especies y por su vuelo, que se torna repentino y difícil de pronosticar, cuando surcan el viento en un batir incesante de alas.  Verlos siempre es reconfortante, más si gozan de libertad y se multiplican en las sabanas, costas y bosques.
Precisamente son otras de las riquezas del sitio, donde crecen con seguridad diferentes tipos de cateyes, cotorras, cernícalos y los sijúes cotunto y platanero, además de los carpinteros churroso, jabao y verde, en su mayoría endémicos o amenazados de extinción.
Aunque tiene bosques y llanuras, una amplia parte de su extensión está compuesta por suelos cenagosos que llegan hasta el mar, en los que viven flamencos, zarapicos, pelícanos, cocos, garzas, sevillas, corúas y otros pájaros acuáticos que anidan en la inmensidad de los manglares, bajo los fuertes rayos del sol y con el ruido musical del suave oleaje de la costa y los esteros.
Ahí se reproducen y desarrollan libremente los cocodrilos Acutus americano, y también se crían en estanques construidos en tierra firma en lo que constituye el mayor reservorio en cautiverio de esos animales en todo el mundo.

Y ese lugar de Las Tunas tiene la sabana de Cuba con mayores reservas de palmas, aunque se crean viveros comunitarios, a los que se suministran las semillas para agilizar un proceso que es muy lento de manera natural y que en los últimos tiempos se ve afectado por especies invasoras como el marabú y la piña de ratón.
Sobre el tema explicó Raúl Verdecia Pérez, especialista del Jardín Botánico local, quien precisó que en el área abunda la Roystonea regia o palma real y que hay varios tipos de Copernicias, tal vez de las mejores poblaciones del archipiélago.  
Añadió que incluso, hay Copernicias gigas, un árbol que alcanza más de diez metros de altura, con un tronco grueso, a pesar de estar en un suelo pobre y salino, a la orilla del saladar. 
Y concluyó que abundan las Jatas de los murciélagos, el yarey, que es una palmita pequeña típica de las sabanas y la Copernicia baileyana o guano dulce, que es una de las palmeras más lindas del mundo, además de la palma real, enaltecida con el título de Árbol Nacional de Cuba y apodada como la reina de los campos de este archipiélago.
Desde hace varios años, esta es una de las áreas protegidas del territorio tunero, categorizada como Refugio de Fauna Monte Cabaniguán-Ojo de Agua y administrada por la Empresa para la Protección de la Flora y la Fauna.
Por eso es sede de numerosos proyectos investigativos, patrocinados por organismos nacionales e internacionales, y de mejoras medioambientales que garantizarán la supervivencia de diferentes especies y su multiplicación en otras áreas de la provincia, con similares condiciones geográficas y climáticas.
Los que hemos llegado hasta allá, aunque sea solo una vez, coincidimos en que es un lugar precioso, que invita a soñar despiertos, a amar sin límites y a proteger las más de 14 mil hectáreas de bosques, sabanas, manglares y humedales que posee, a la vez que ofrece seguridad porque allí el futuro está garantizado.
Bien lo saben los niños de la comunidad, para quienes no existen los juegos con tirapiedras.  Ellos participan en festivales, concursos de pintura y literatura, explican a los adultos cómo deben proteger la naturaleza y aprenden desde pequeños a sembrar palmas, observar los nidos de pájaros carpinteros, a diferenciar el canto del catey y la cotorra, a distinguir un garzón de una marbella…
En fin, aprenden a ver crecer la vida con la alegría que regalan los animales, las plantas, el sol, las olas, el viento y los demás factores que hacen de Monte Cabaniguán una garantía para el porvenir y que recuerdan que cualquier día puede ser aprovechado al máximo para cuidar sus valiosos recursos naturales.

1 comentario:

jon dijo...

Muchas gracias por la información, soy vasco pero voy por Las Tunas un par de veces al año, me gusta la geografía y ver los rincones más apartados, algún día quizás baje hacia Zabalo (en motorina jajaja), y también quiero ir a conocer Playa Habanero. Un saludo Yenima.